Sin duda, es bueno dotarlos de herramientas para que estén mejor preparados, y por supuesto las comodidades traen momentos de alegría, pero hay que reflexionar el si como papás nos cuestionamos y trabajamos de forma diaria en formar a nuestros hijos en el SER y no en el HACER, pues está comprobado que la felicidad no radica en el exterior. Me refiero en darle prioridad a su capacidad de amar, de sentir alegría y contagiarla a los demás, de saber apreciar la naturaleza, y de disfrutar el viaje de la vida.
Qué importante es reflexionar nuestro papel como padres, y el hacer que se sientan seres únicos, aceptados y con el potencial de lograr lo que ellos decidan para su vida.
Como papás necesitamos un cambio de enfoque, en donde nos preocupemos un poco menos en proveerles abundancia, y mucho más en crear una atmósfera de sinceridad, aceptación y confianza.
Para crear esta atmósfera parte fundamental es dedicarles tiempo, y por supuesto a través de nuestro ejemplo, ya que los niños aprenden fundamentalmente de lo que ven en sus padres. Si nos ven crecer y estar felices es un gran ejemplo para Ellos.
En esta perspectiva de enfocarnos en consolidar el SER de nuestros hijos, aquí te damos algunas recomendaciones:
1) Enseñarles que la felicidad no viene de cosas materiales sino de adentro de Ellos.
2) Recalcarles que son únicos y especiales
3) Promover que descubran sus pasiones, fomentando en Ellos que vivan distintas experiencias.
4) Invitarlos a hacer algo por alguien más y reflexionar junto con Ellos el como se sienten al tener una actitud de servicio.
5) Enseñarles a confiar en si mismos.
Trata de transmitir estas enseñanzas a tus hijos y verás que dará grandes frutos en su vida. Y ante todo, asegúrate que tu hijo se sienta amado por tí incondicionalmente.
Cambiemos la perspectiva y prioricemos nuestro tiempo y esfuerzo en lo verdaderamente importante.
