Ahondaré de forma muy concreta en estos beneficios:

1) Desarrollo del lenguaje - Los niños en los primeros 6 años pueden desarrollar su lenguaje de forma consolidada, y este es uno de los recursos más importantes que tenemos, y la base de nuestro desarrollo cognitivo, afectivo y comunicativo.
El MIT en el estudio -Beyond the 30-Million-Word Gap: Children’s Conversational Exposure Is Associated With Language-Related Brain Function- encontró evidencia sobre la relación entre el lenguaje de un niño y el desarrollo de su cerebro. Las conversaciones -ida y vuelta- entre un niño y un adulto son crí­ticas para el desarrollo del lenguaje, y no sólo eso, tienen el potencial de influir en el crecimiento biológico del cerebro de nuestros chiquitos.

Conversa con tu hijo, escúchalo, hazle preguntas mirándolo a los ojos, cuéntale cuentos.

2) Pensamiento crítico - A partir de los 6 años los niños tienen una estructura mental que les permite tener conversaciones más profundas. Pensar es un proceso que se va aprendiendo poco a poco. Como papás podemos cultivar en nuestros hijos el análisis crí­tico, porque pensar bien requiere de horas de trabajo y esfuerzo, y es fundamental que les enseñemos a hacerlo para que puedan tomar decisiones correctas y que nuestros hijos sepan cuestionarse más allá de lo superficial y lo visible.
Este tema es por demás relevante, primero porque el que nuestros niños tengan una buena capacidad analí­tica es un instrumento esencial para forjarse una identidad propia y auténtica, en preguntas tan profundas cómo -¿qué es lo que me hace feliz? Indagará en preguntas no obvias, que de lo contrario, de no hacerlo seguirá a la -manada-, -es lo que hacen mis amigos-, será influenciable por las redes sociales.
Y en segunda, porque si consiguen pensar bien desde el principio, nuestra labor educativa se va relajando con los años porque tomarán las decisiones correctas por Ellos mismos.

Si este tema te resuena, te recomiendo mucho leer el libro -El Arte de Pensar para niños- - del filósofo José Carlos Ruiz.

-¿Y cómo puedo apoyar para que mis hijos tengan una educación donde realmente aprendan a pensar por Ellos mismos?
La conversación es la base para que el pensamiento crítico se potencie.

Pero en este proceso hay varias sugerencias a considerar:

1) Habla y pregunta mucho a tu hijo. -¿cómo te sentiste?, -¿qué piensas de X tema?, -¿Porqué es importante para ti?
2) Escúchalo con consciencia - déjalo que El hable, cuando tu hijo siente toda tu atención, sabrá que lo que dice es importante y se esforzará para estructurar su pensamiento y darse a entender.
3) Míralo a los ojos y no lo interrumpas mientras habla
4) Promueve un diálogo mutuo donde ambas partes expresen sus reflexiones. No debe necesariamente pensar igual que tú.
5) Limita el tiempo de las pantallas - Hay niños que están mucho más acostumbrados a interactuar con las pantallas que con personas, teniendo como resultado que no se sepan comunicar y que apenas interactúen.

Si te has cachado pensando -entre el trabajo y pendientes de la casa, tengo muy poco tiempo con mi hijo-, intenta estos momentos:

- Si vas en el coche, apaga el radio y conversa con tu hijo.
- Cuando termine una pelí­cula, hazle preguntas
- Por supuesto la comida o la cena son momentos ideales.

Es distinto hablar CON tus hijos, que hablar A tus hijos. Dediquemos TIEMPO a pasar con Ellos, y trabajemos en el diálogo diario.